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Año R.I.P. de páginas webs
10/04/2024

El 2024 está siendo un año negro en cuanto a páginas webs.

En solo el primer trimestre del año ya he perdido la cuenta de la cantidad de páginas útiles que han sido borradas por el motivo que sea.


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jueves, 31 de mayo de 2018

Juego Flash del mes: Corruption (PC)

Corruption es un juego que descubrí cuando salió, allá por el 2016, pero que lo he ido dejando en recámara por diferentes motivos (como el hecho de que lo perdiera de pista durante bastante, como tantos otros)


Corruption nos pone a cargo de un científico brillante de una empresa que está desarrollando varios productos de formas no muy legales que se diga, justo antes de que que uno de esos experimentos se de el piro gracias a un trabajador desesperado al que estaban a punto de despedir y por eso, niños, no hay que jugar con las emociones de la gente, mucho menos en el sentido monetario. A partir de ahí, deberemos avanzar a través de las instalaciones, y consumir las drogas que encontremos para poder seguir avanzando. Tenemos opción a no tomarlas, pero entonces como que nos quedamos sin poder avanzar. La historia está muy bien planteada para un juego flash, y se desarrolla fundamentalmente en la introducción y en los tres finales, y se complementan con varias notas y comentarios que el científico que manejamos hace a lo largo del juego. Como dato a los tres finales, uno se desbloquea si estamos completamente envenenados. Los otros dos, si no estamos envenenados, o solo parcialmente.

Hoy, en cosas que no se deben hacer:
hablar del despido delante del futuro despedido.

El control es sencillo, flechitas para moverse, espacio para saltar, además avanzar el diálogo y leer más rápido, y correr contra la pared y saltar para pegarte a una pared (cuando se desbloquee esa habilidad). La dificultad es tirando a media. Si se quiere solamente llegar al final del juego, sin importar el final, es tirando a sencillo, aunque hay alguna parte de plataformeo que requiera de habilidad. La cosa cambia si se quiere obtener todos los finales, ya que para dos de ellos es necesario no estar envenenado, o corrompido, y para ello es necesario ser bastante hábil en ciertos puntos.

Los gráficos son funcionales. Nos presenta al clásico protagonista cuadrado, que se mueve en un mundo dónde los muros y las plataformas son negro sólido, y el fondo en diferentes tipos de gradientes o decoraciones, y con varios detalles al más puro estilo paint. La música es una ambientación que logra su propósito de indicar que nos encontramos en un lugar desolado, y hasta siniestro, lo cual contribuye estupendamente a generar el ambiente.


Corruption es un juego de habilidad tipo plataformas, con una historia que hace buen marco, y una (tres) conclusiones a la misma bastante llamativa. El autor es el mismo que el de PRIOR, si bien este juego la dificultad es superior (al menos se nota que buscan mejorar), sigue su línea en varias cosas. Por lo que si te gustó PRIOR, deberías probar este. Mejor historia, más difícil, y con menos necesidad de tener que estar yendo y viniendo continuamente por un mapeado no precisamente reducido.

Como saben que los humanos somos muy indecisos y codiciosos,
ale, aquí tenemos a la pastilla roja y la pastilla azul todo en uno.

jueves, 24 de mayo de 2018

Castlevania: Mirror of Fate (3DS)

Yo soy una fan consumada de Castlevania de portátiles (son los únicos que he podido jugar, no os lancéis al cuello) desde que lo descubrí con Castlevania: Portrait of Ruins para DS hace años. Así que cuando vi el juego para 3DS, fue a por él... en cuanto bajó un poco de precio, por 20 euros (ahora ya lo he visto por 7€ un par de veces). El Mirror of Fate se trata de un juego muy criticado en su momento, tanto por su mecánica como por su historia. Yo a pesar de todo decidí ir a por él. Y, sorpresa, ya que mis 2 principales peros no son ninguna de esas cosas.


El juego nos presenta una historia dividida en 3 partes, cada una de ellas centrándose en un personaje, y con varias partes como cinemáticas. Las tres historias están interconectadas, solapando en varias ocasiones, lo que evita esa sensación de que se están jugando tres historias diferentes ajenas entre sí. Además, hay una suerte de 4ª historia, la que narran los pergaminos de los cruzados muertos, que sirven tanto como ayuda y pista para los jugadores, como para completar varios eventos, o explicarlos mejor desde otra perspectiva. La última historia yo la sentí como la conclusión, el por qué de todo, cerrando de forma muy buena muchos cabos sueltos. Algo que algunos os preguntéis: siendo este juego la 2ª parte de una triología, cuyos otros dos juegos no salieron en la plataforma, ¿se siente mucho que es una historia a medias? Respuesta: no. Si bien puede continuar tanto por delante como por detrás (como, bien pensado, cualquier otro juego de la saga), y si bien hay cosas que mejor se entienden si se han jugado los tres juegos, se puede jugar perfectamente en solitario y se entiende perfectamente.



En mecánica, es un hack and Slash puro y duro. Sí, hay niveles, pero visto a cómo se consigue la experiencia, o te pegas el grandísimo aburrimiento, o es imposible superar por mucho el nivel que tiene pensado el juego que tengas en cada zona. Y yo creo que ni pegándote el grandísimo aburrimiento se puede. Eso se combina con varias partes de puzzles, que no serán la cumbre, pero son muy bienvenidos, ya que evitan la monotonía al alternar entre ambas mecánicas.

Ahora, viene uno de los principales problemas: la dificultad. El juego se basa en autoguardados, que terminan tocando más las pelotas que las cabezas de medusa, que ya es decir. Básicamente, porque se activan cada vez que cambias de localización, haces algún ajuste en el menú, y algunas otras situaciones más. Eso no sería importante si no hubiera malditos puntos de control en medio de los combates de los jefes. Menos el último jefe, que creo que solo tiene 1, todos los demás tienen como 3 o 4. ¿Qué quiere decir eso? Que su dificultad cae en picado. Jefes como Lord Resucitado, Súcubo, e incluso el Vigilante Nocturno, podrían haber dado una batalla épica si no fuera por los puntos de control. Sí, sin los autoguardados intermedios es muy posible que en vez de 20 minutos me tirara 4 días con ellos, como me pasó con el Barbacle, en Order of Ecclesia, pero yo la verdad es que lo prefiero. De todas formas, estos puntos de control no solo arruinan los combates, sino algunas situaciones como la bajada del campanario... con la campana de bronce de 4 toneladas detrás tuya.

Me gustó este jefe. Uno de los que más me costaron. Su combate tenía truco.

Vale, ¿y cuál es el otro gran problema que he detectado? Que se tira la vida en cargar una sala adyacente. Las pantallas de carga, esas cosas infumables que te hacen perder el tiempo y que siempre te terminas preguntando si no habría ninguna forma de acortarlas. No es que este sea el primer juego en introducirme al tedioso mundo de las pantallas de carga, antes que este ya jugué al Portal y Portal 2, y sus pantallas de carga entre salas son de bastantes segundos, sobre todo la 2ª entrega. Lo que yo no veo normal es que un juego de portátil tenga el mismo tiempo de carga que un juego de sobremesa (no exagero, el tiempo igualaba a las de Portal), y más cuándo solo tiene que cargar una zona sin enemigos que está dividida en 3 salas continuas. Y con una pantalla de carga de lo más sosa: fondo negro, y en una esquinita un parpadeante "cargando".

Los gráficos son realmente impresionantes, una maravilla, y realmente es una pena que estén solo como un decorado. Se hecha mucho en falta el poder explorar el ambiente, interacionar más con los elementos. La música se basa en unas cuantas melodías que se van reciclando a lo largo de las diferentes salas y situaciones. Es funcional y mientras juegas le da el toque, pero me temo que no hay nada memorable. Solo recuerdo la música contra enemigos aleatorios, y más que nada porque quedé bastante harta de la misma.



En resumen:

Pros:
  • Los gráficos.
  • La mecánica.
  • La forma de presentar la historia en mosaico.
Contras:
  • Los autoguardados en medio de los combates de los jefes y similares.
  • La baja dificultad.
  • Tarda mucho en cargar una sala.
Mirror of Fate no será el mejor juego de la saga Castlevania, pero la verdad es que vale para pasarte unas cuántas horas enganchado a la pantalla, con unos gráficos preciosos, una historia bien hilada y bien complementada con los pergaminos, una mecánica que a mí me gustó (no descarto que porque no esté acostumbrada a ella, luego poco tengo con qué comparar). Y más ahora que lo estoy viendo por poco menos de 7 míseros euros. ¿Los peros? La dificultad baja, y sobre todo las pantallas de carga, que para mí es lo que realmente matan el juego.

Uno de mis jefes favoritos.