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Cambio en criterio de los juegos flash del mes.
16/03/2024

Tenía una vieja norma de no reseñar juegos flash de varias partes en mis entradas de juegos flash del mes.

Pero en vista que eso me ha llevado a que varios juegos flash que me encantan aun no han sido reseñados en todos estos años y falta de recámara, voy a abolir esa norma comenzando con este mes.


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jueves, 31 de marzo de 2016

Juego Flash del mes: Mobs, Inc. (PC)

Aunque soy de juegos flash (cualquiera que visite este sitio con frecuencia/haya visto entradas anteriores lo sabe), es oír la palabra "Ludum Dare" y echarme para atrás. Para los que no conozcan ese palabro, se trata del nombre de una competición entre programadores que desarollan juegos en un tiempo límite de 48 a 72 horas, en los que se da un tema (evolución, eres un monstruo, etc.) que a veces está relacionado con los controles (empleo de solo 2 teclas, etc.). Entre las restricciones por el tema y el límite de tiempo, la mayoría de los juegos no valen ni 2 pesetas, debido a la presencia de problemas tales como gliches MUY molestos, que se sienten condenadamente incompletos... o que simplemente y llanamente son malos. Obviamente, hay algunas excepciones, que casi invariablemente coinciden con los ganadores de la competición. Mobs, Inc., creado para el Lundum Dare 33 con la temática "You are the monster" (Tú eres el monstruo) es, como podéis imaginar, es de este pequeño grupo de juegos buenos.

Como siempre, la pantalla del título.

Seamos francos, la verdad es que cuesta creer que este juego haya sido creado en tan solo 3 días: funciona perfectamente sin fallos, es divertido, adictivo, bien pensado y además se nota hecho con mimo. Vayamos ahora con el análisis detallado.

La pantalla dónde se desarrolla la acción del juego.
Sí, la veremos mucho, muchísimo.

La "historia" aquí no es más que un marco a la jugabilidad, el típico "ponerte en situación y vas que chutas" característico de muchos arcades (cuándo lo tienen) que, por esta vez, voy a traducir la parte correspondiente que aparece en la descripción de la página de Newgrounds, porque merece la pena:

"¡Mobs, Inc. está contratando nuevos empleados! La mazmorra de la cual la compañía se ha estado haciendo cargo se ha vuelto tan atractiva que es visitada a diario por demasiados aventureros. Conviértete en uno de esos nuevos empleados contratados para mantener un constante desafío para estos aventureros. Si haces el trabajo decentemente, el CEO podría darte una promoción y concederte algunas nuevas y poderosas habilidades".


Este es un juego en plan arcade, de echar una partida tras otra tras otra intentando llegar cada vez más lejos. En cada nivel, tendremos que matar al máximo de aventureros posibles para alcanzar un cierto nivel antes de que ellos nos maten a nosotros. Si lo logramos, el CEO estará complacido y nos dará una promoción (es decir, nos volverá más fuertes, desbloqueando habilidades muy útiles). En caso contrario, simplemente nos mandará de vuelta al trabajo. A la 4ª bronca estaremos despedidos (y tendremos que comenzar de nuevo).

Cuándo nuestro bichejo empiece a brillar como un Pokémon evolucionando,
significa que estaremos muertos. 
Reza para haber alcanzado el nivel requerido para entonces.

El control se hace única y exclusivamente con el ratón. Hablando de control, recomiendo usar un ratón de ordenador real en vez de cualquier sucedáneo de portátil. Sé de lo que hablo, básicamente porque hablo con la experiencia. Volviendo al tema principal, el monstruito se dirigirá automáticamente a dónde tengas el puntero. Pinchar con el botón derecho hará que esprinte, acuchillando todo lo que tenga en ese momento en su trayectoria. Por lo tanto, sí, este es nuestro ataque principal. Además, una vez seamos promocionados, accederemos a habilidades secundarias que podremos usar con Q/W/E, y que nos harán la vida un poco más fácil (pero que necesitarán un tiempo de recarga tras cada uso). En la pantalla de juego, en los bordes podremos ver, además, las distintas características del monstruo.

Me he tomado la molestia de señalar los elementos importantes de la pantalla,
indicando a qué se refiere cada una.

La dificultad es bastante buena: el control es fácil de pillar, no así de dominar. Es posible que la primera o primeras veces te las veas y las desees para lograr promocionar al menos una vez, pero con la práctica es incluso posible llegar hasta el nivel necesario para 2 promociones seguidas en una ronda. Por otra parte, a medida que aumentamos los niveles, comenzarán a aparecer enemigos cada vez más puñeteros, como míster espada gigantesca (¿lo hará para compensar su...?), o míster loco que va corriendo como si le hubieran metido un petardo en el culo, creyendo que su espada es una lanza con la que ensartarnos para hacer un pincho moruno. También aparecerán hordas (varios enemigos a la vez), que en caso de tener en ese momento los hechizos disponibles se te dibujará una dibujarte una enorme sonrisa en la boca, puesto que con cualquier hechizo podrás cargarte a la mayoría de un golpe... si tienes buenos reflejos, claro.

Descripción de un nuevo hechizo disponible.

Eso sí, avisar que el ritmo es condenadamente frenético: a no ser que consigas una promoción, no tendrás opción a un respiro, ya que la secuencia de la bronca del jefe pasa automáticamente (no, no se queda esperando a que tú le des click ¡faltaría más, que un mequetrefe que no cumple los objetivos se permita darse los respiros que le de la gana), y en la pantalla de combate estarás continuamente moviéndote ensartando aventureros o esquivando sus golpes. Lo cual fastidia en que es casi imposible leer las frases que sueltan los aventureros, como las de "¿Y esto se supone que es el jefe?", "HEADSHOT!", "Deja de moverte tan rápido." ¡"Yo lo vi primero!" y otras frases clásicas que soltamos/oímos cuándo jugamos.


Los gráficos son píxeles, esos píxeles tan clásicos de los juegos flash que no sean los point-and-click de toda la vida, pero aquí al menos se nota que le han puesto mimo, tanto en el nivel de detalles, como en la abundancia y variedad de animaciones. Por lo que sí, serán pixeles, pero en este caso por lo menos son bonitos. 



La música presenta varios ritmos, ritmos según estemos en la pantalla de título, frente al jefe, en las mazmorras o en la oficina tomándonos un descanso. El tema principal presenta un ritmo cañero, muy acorde a la acción rápida que caracteriza al juego. Y... no, para variar, esta vez tampoco encontré sus temas en la red.

Así que tomémonos un descanso en la oficina...
Por cierto, que no sabía que el creeper trabajaba en la empresa, pensaba que iba de por libre.

En resumen, se trata de un juego de estilo arcade, de conseguir la máxima puntuación posible para, primero, conseguir desbloquear mejoras y, cuándo ya las tengas todas, aguantar lo máximo posible. Y que engancha, como todo buen arcade que se precie. Me gustaría aprovechar este punto para recordar que estamos hablando de un juego hecho en 3 putos días. Sí, obviamente se llevó el primer premio.

Por último, como siempre, los enlaces:




Y ahora,

lunes, 14 de marzo de 2016

La luz UV y las campanas de flujo laminar

La luz ultravioleta de las campanas de flujo laminar: uno de los mayores mayores misterios de los alumnos de ciencias biológicas que trabajan in vitro. Pero como soy perfectamente consciente de que la gran mayoría de los lectores del blog no deben tener ni idea de qué demonios se supone que es una campana de flujo laminar ya que no han oído esa expresión en la puta vida, considero conveniente el hacer primero una breve descripción de la misma, que os veo venir con idas de ollas raras relativas a campanas de iglesia, o a montruitos campana como Bronzong o Gagong.


Una imagen de la campana de flujo laminar. Apuesto a que no era en algo como esto lo que estabais pensando. La idea es crear un espacio estéril para poder más bien, trabajar sin riesgo (o con riesgo mínimo) de contaminaciones. La campana filtra el aire, y luego lo expulsa por la pared del fondo, directamente a la cara del operario. Esto evita que entren cuerpos extraños al interior de la campana que puedan contaminar nuestro material de trabajo (y, por ende, jodernos el experimento). Aunque antes de comenzar a usarla es recomendable primero limpiarla con etanol al 70% o al 96%, ya que nunca sabes lo que hizo el que iba delante tuya, o si era un cerdo de 2 patas. Que ya me ha pasado varias veces de echar etanol, limpiar, y salir el papel con un color asqueroso de porquería que he terminado dándole otra pasada. Respecto al aire directo a los ojos, la verdad es que no, no es molesto estar continuamente con un chorro de aire a la cara, aunque en caso de emplear mechero a veces te puede entrar modorra entre el aire y el calorcito.


... vale, hora de definir los mecheros que usamos. La verdad es que por su aspecto parece como si un mechero Bursen hubiera tenido un hijo con un quinqué de cristal. Un hijo enano, por cierto. Los mecheros que usamos no son más que un recipiente de cristal dónde está el alcohol y la mayor parte del cabo o mecha, un trozo de metal que cubre la apertura superior dónde se encuentra enganchada la mecha (y quien dice mecha, dice trozo de cuerda que sobró del disfraz del crío de carnavales o trozo de cordón de esas deportivas viejas que ya le daban vergüenza ajena hasta a tu abuela), y una tapa de plástico de rosca. Esa cosa se llena de alcohol, como un quinqué, se enciende la mecha, y se coloca al fondo de la campana, más o menos enfrente del operario según la importancia de la llama. Digamos que a nadie le apetece chamuscarse el flequillo. Más que nada, porque luego lo dejas todo con peste a socarrina de pluma de pollo y luego viene alguien preguntándote que si compartes. El objetivo del mechero es aumentar la esterilidad de la zona de trabajo, para disminuir el riesgo de contaminaciones. Que luego da lo mismo, y termina pasando que una placa que preparas en tu poyata y que intentas por todos los medios (menos el poner el dedo o la lengua) que se contamine sale perfecta (y por perfecta quiero decir con lo que tenía que salir, sin ningún elemento extraño extra), y luego plantas semillas de arabidopsis en placas, con todos los medios ya mencionados, y en una placa te sale un hongo en una esquinita. No, esta vez no es la exageración de turno para hacer gracia: ME HA PASADO.

Este cacharrito. Mechero de vidrio para alcohol.
Podéis jugar a buscar las semejanzas con lo que quiera que tuvierais en la cabeza.

Así pues, la campana de flujo laminar se emplea cuándo se quiere trabajar en condiciones de esterilidad porque no te apetece que se te contaminen las cosas. La campana tiene 3 botones: uno para activar/parar el flujo de aire, otro para encender la luz interna de la misma (porque es, digamos, un tanto incómodo el trabajar a oscuras), y otra para encender la luz ultravioleta. ¿Todo claro?

Perfecto.

Y ahora es cuándo enlazo con la primera frase que he puesto: en todas las carreras hay cuestiones existenciales que, si bien no tienen la categoría de las preguntas clásicas de "¿tiene sentido la vida?", "¿existe Dios?", "¿Por qué en España tenemos tan jodida mala suerte con los políticos?", hay otras que, para los alumnos, son tanto o más relevantes que esas. Por ejemplo, para los de matemáticas (y otras asignaturas dónde haya que resolver problemas), el por qué, si hay varias formas de hacer un problema, el profesor SIEMPRE pide en el examen el método más tedioso y fácil de equivocarse; para los físicos el por qué cojones hay ecuaciones sin solución que hay que aproximar de formas churrescas para poder usarlas (como la ecuación de Poisson-Boltzmann), a los de letras (y todos los demás) el sentido del análisis sintáctico de las palabras (me se la respuesta a esto: al parecer es para que se nos quede la estructura de las oraciones y que aprendamos a escribir), a todos lo que no somos de derecho, si la legislatura está realmente escrita en nuestro idioma; a los que trabajamos con la campana de flujo laminar, para qué cojones sirve el botoncito de la luz ultravioleta.

Simplemente, ¿POR QUÉ?

En efecto, ese es uno de los grandes misterios de la vida del estudiante. Le preguntas a cualquiera que te encuentres en el laboratorio, y lo más probable es que ponga cara de "ni puta idea, tío". Porque encima nunca nos lo explican: nos explican para que sirve el botoncito del flujo laminar, el de la luz, que siempre hay que encender algo, pero el de la UV o ni lo mencionan, o está roto pero no tiene importancia, o "bueno, eso apenas se usa, y lo mejor es que no lo toquéis porque os vais a quemar".Vamos, que parece que sea una lacra.

Es en ese momento cuándo comprendemos a Wheatley.
¿Por qué añadir cosas que luego no se quiere/no se pueden usar?

Sin embargo, yo recientemente he descubierto su uso (o, si tiene varios, al menos uno de ellos): esterilizar la campana, quemando a todo bicho viviente que tuviera la desgracia de haberse quedado dentro. La técnica es simple: se colocan las mamparas (porque quieres achicharrar los posibles contaminantes vivos que hay dentro, no a ti mismo o a cualquiera que tenga la desgracia de pasar por delante, se enciende la luz, y se espera. Tras unos 5 minutos se apaga, y ya puedes retirar mamparas y encender tanto el aire como la luz.

La verdad es que no sé de qué longitud de onda será la ultravioleta que emplean (recordemos que hay ultravioleta cercano, medio y lejano), pero dudo que sean los msimos rayos UVA que nos ponen morenos desde el primer momento en que cuando retiro las mamparas invariablemente sale de ahí un olor a  socarrina que te hace pensar: "no tengo ni idea de qué es lo que había ahí dentro, pero parece que ha sido atomizado". Ni que hubiera estado asando las plumas del pollo.


Así pues, misterio desvelado: la luz UV se enciende para asegurarse de que la campana queda estéril-estéril, muy útil cuando tienes algo de fácil contaminación.


(P.D.: quitando este extra, esta entrada me ha ocupado 2 páginas y un poquito en Word, con letra Calibri 11, 1.162 palabras, 6.455 caracteres con espacios, 9 párrafos y 101 líneas. Sí, una entrada corta marca de casa típica del blog).